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miércoles, 12 de octubre de 2016
LOS CUATRO PERÍODOS DE LA CULTURA WARI
Primera etapa Orígenes (550 d.C - 680 d.C aprox.): Aparece
el Estado y la ciudad y hay presencia de imágenes Tiahuanaco en la cerámica
(cabe recordar que la influencia de la cultura Tiahuanaco es bien importante en
el sentido que aporta religión y tecnología, lo que viene a transformar en
cierto sentido la expansión Huari, originándose un fenómeno parecido a lo que
es la globalización)
Segunda etapa: Desarrollo (680 d.C - 770 d.C): Durante la
segunda fase los cambios son más bruscos, la ciudad la ciudad crece
vertiginosamente y el Estado Huari se expande hacia la sierra norte hasta el
Callejón de Huaylas, hacia la sierra sur hasta Cuzco y en la costa central y
sur
Tercera etapa: Nuevo surgimiento y expansión (770 d.C - 900
d.C): En la tercera fase entra a un periodo de reestructuración política y
realizó una segunda expansión en la zona central andina, además que la ciudad
de Huari alcanzó su máxima extensión y población
Cuarta etapa: Caída (900 d.C - 1000 d.C aprox.): Hacia la
cuarta y última fase se expandirían las fronteras hasta Cajamarca, La Libertad,
Moquegua y Sicuani. Huari se despoblaría por un fenómeno climático que
afectaron la producción de alimentos, asimismo colapsan los centros
provinciales, desapareciendo la administración Huari y su proyecto.
CERÁMICA DE LA CULTURA WARI
La cerámica wari tiene una clara influencia Tiahuanaco, y es
a partir de Ayacucho que se expandió a través de los territorios conquistados.
Son cuatro los estilos que predominan en el Horizonte Medio: Conchopata, Robles
Moqo, Chakipampa y Viñaque. Ello implica que en un mismo lugar se puedan
encontrar varios estilos cerámicos. El estilo Conchopata se basa en grandes
urnas de unos 80 cm. de largo destinadas a servir como repositorio de ofrendas.
En su parte externa se ven personajes similares a los de la Portada del Sol de
Tiahuanaco. El estilo Robles Moqo procede del mismo Huari, se basa de urnas,
cántaros, vasos y figuras de llama, con decoraciones geométricas y
naturalistas, donde también están presentes los motivos Tiahuanaco. El estilo
Chakipampa, de influencia Nazca, es ordinario y no tiene el carácter ceremonial
de los anteriores. Se basa en botellas pequeñas, vasijas modeladas como
tubérculos o figuras humanas, decorada con colores blanco, crema, púrpura y
gris. Finalmente, el estilo Viñaque procede de la ciudad de Huari, y es
considerado un producto de la expansión, pues reúne varios sub-estilos de zonas
de Nazca y Lima, además de elementos Robles Moqo y Chakipampa. Sus principales
formas son los cuencos semi emiesféricos, cántaros con cuellos-efigie y
botellas de dos cuerpos, y sus motivos son cabezas de felinos vistas de perfil,
plantas estilizadas, cráneos, entre otros.
ARQUITECTURA DE LA CULTURA WARI
La arquitectura Wari representativa de la planificación
estatal en la sierra, con centros como Pikillacta, en el centro administrativo
y político más importante en el territorio Wari. Pikillacta es un centro
fortificado construido en el siglo VI que funcionó durante 150 años, y que
representa el urbanismo planificado por Wari. La forma de algunos edificios es
en algunos casos rectangulares y en otros, cuadrada. Canchas y plazas rodean a
los edificios, así como las residencias de la élite política y religiosa de la
región. Los muros fueron cubiertos de yeso, y muchas edificaciones fueron de
dos pisos. La función ceremonial está representada por una construcción que
presenta nichos en las paredes, además de cráneos humanos y objetos metálicos
como ofrendas.
El patrón arquitectónico Wari se caracteriza por la
independencia de centros urbanos amurallados, bien planificados y ubicados en
lugares estratégicos donde la expansión colonial lo requería.
Las murallas de algunas ciudades eran hechas con piedras
alargadas unidas con barro, donde los muros alcanzan alturas desde los ocho
hasta los doce metros.
El edificio principal del conjunto de Huilcahuain (cerca de
Huaraz, en el Callejón de Huaylas; Ancash), el cual fue reconstruido, formaba
parte del núcleo urbano de Huilcahuain de considerable tamaño. Está construido
con piedras labras; mide quince metros por veinte metros y tiene tres pisos que
alcanzan una altura de nueve metros, e internamente tiene un sistema de
ventilación
TEXTILERIA DE LA CULTURA WARI
Los Wari dominaron diversas expresiones artísticas, llegando
a producir obras de gran calidad y belleza. Sus influencias Nazca y Tiahuanaco
se ven en los tapices y en la cerámica. Los tapices Wari están considerados
entre los más finos del mundo, tanto por su belleza estética como por sus imágenes.
Fueron elaborados con algodón y lana de camélidos como la vicuña. Los Wari
usaron la religión como un transmisor ideológico de dominación, y en ello los
textiles tienen un papel predominante, pues es allí que la Ecografía se
trasladaba físicamente cientos de Kilómetros por los territorios dominados.
También los ponchos fueron parte de la vestimenta ritual usada en ceremonias
rituales, donde los colores brillantes, diferentes técnicas de bordado y
compleja iconografía siguen impresionando a los investigadores. Aunque los
textiles más antiguos de Wari tienen un estilo más pobre, esta situación fue
cambiando a medida que se expandía Wari.
Entre los diseños Wari figura un personaje representado con
un bastón en cada mano, una imagen de una de las deidades de la región Wari.
Otros diseños utilizados en los textiles son las figuras de ave, las serpientes
y los felinos. Las técnicas utilizadas provienen de Moche, y predomina el rojo
brillante como fondo de la mayoría de los tapices. Otros colores utilizados son
el azul brillante, el amarillo dorado, el blanco y el azulino. El contorno de
las figuras es negro, aunque a veces también se ha usado el blanco. Los
tejedores Wari fueron “grandes maestros de la armonía y del color”, por su
increíble destreza y la gama de colores que aplicaron a sus tejidos.
Los paños Wari son hechos utilizando la técnica de tapicería
y están adornados con motivos da diseño abstractos y complejos.
ECONOMÍA DE LA CULTURA WARI
La ganadería y la agricultura fueron las actividades básicas
del imperio Huari, ampliamente practicadas por los campesinos, permitió una
expansión del tipo demográfica, capaz la producción de mantener a miles y miles
de personas, en donde las armas eran reemplazadas por la negociación, a base
del “trueque”, la ciudad comercializaba sus productos por alimento, pero sólo
duro hasta que la situación fue insostenible y la producción no dio abasto para
la demanda.
CULTURA WARI
Wari o Huari fue una civilización andina que floreció en el
centro de los Andes aproximadamente desde el siglo VII hasta el XIII d. C.,
llegando a expandirse hasta los actuales departamentos peruanos de Lambayeque
por el norte, Arequipa por el sur y hasta la selva del departamento del Cusco
por el este,
La ciudad más grande asociada con esta cultura es Wari, que
se encuentra ubicada unos 15 kilómetros al noroeste de la actual ciudad de
Ayacucho. Esta ciudad fue centro de un imperio que cubría la mayor parte de la
sierra y la costa del Perú actual. El Imperio wari estableció centros
arquitectónicos distintivos en muchas de sus provincias, tales como
Cajamarquilla o Piquillacta. Es, junto al Imperio incaico, una de las dos
únicas culturas consideradas «imperiales» aparecidas en el hemisferio sur.
Su principal actividad era de carácter militar.
Combatieron a lo largo y ancho del territorio peruano, conquistando los
diversos señoríos de su tiempo. También tuvieron grandes centros religiosos
como Pachacámac.
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